Lechuzas

¡Elliot, feliz cumpleaños!

Seguramente para cuando leas esta carta, ya habremos celebrado contigo Aster y yo. No sabes lo horribleeee que ha sido estar en las mazmorras sin ti, rodeado de pura serpiente que no me tiene el mínimo aprecio.

Pero ese no es el punto. Leerás lo que escribí cuando hayas regresado a la enfermería y de nuevo estemos separados, aunque ya no falte mucho para que den tu alta y eso me tenga por demás emocionado.

Sé que no soy alguien que lo dice a menudo y hoy es un gran día para recordártelo: Una de las razones por las que amo mi vida, es porque estás en ella. Hemos pasado tanto tiempo y tantas cosas juntos que desde hace mucho ya no imagino una vida sin ti.

Gracias por tu amistad, o mejor dicho, tu hermandad. Valoro mucho que hoy en día podamos llamarnos familia, y es que eres una de las mejores personas que conozco. Tu lealtad e incondicionalidad son cosas que atesoro y pienso corresponder siempre.

Además, estoy emocionado por esta nueva etapa que estamos a punto de vivir fuera del castillo. Me siento tranquilo sabiendo que tendré a quienes amo cerca de mí, pero lo confieso, estoy nervioso. Son lo mejor que tengo y no quiero decepcionarles.

Te deseo éxito en lo que sea que te propongas, Eli. Lo mereces. Y ahí estaré para celebrar tus victorias como mías, y reírme cuando algo salga mal... Ok, también acompañarte y darte ánimos.

Te amo, hermano. Felices dieciocho.

¡Feeeliz cumpleaños, oloroso y adorado Eli!<3

Aún recuerdo bien cuando Dantalion nos presentó. ¿Cómo olvidar aquel traumático día? Eras un chiquillo flacucho que venía a robarme la atención de mi padrino. Pero él presintió que nos llevaríamos bien y por poco nos obligó a convivir.

Sabemos que no soy de acatar órdenes, pero me alegra haberlo hecho porque ese día no gané un amigo, gané un hermano (aunque sí perdí una parte de la atención de Dante y eso no te lo perdonaré jamás, jamás, jamás).

Se supone que los hermanos no deben compartir babas, pero hey, forma parte del encanto de nuestra amistad. Los años han pasado, crecimos y experimentamos, incluso pronto nos graduaremos juntos. Vaya, que hemos hecho mucho juntos, excepto quizás por una cosa...madurar.

Lo mejor es que crecer juntos solo ha sido el comienzo y pronto saldremos al mundo a compartir un techo. Probablemente sea un desastre, pero hey, las anécdotas no faltaran. Gracias por tu inmenso cariño, tu incondicional amistad y por entrenar mi sentido del olfato con tus intensas flatulencias.

No te preocupes, la viruela no nos detendrá y pronto tendrás tu regalo y tu festejo como es debido. O bueno, quizás cuando leas esta carta ya habrá pasado, yo qué sé.

Ya, demasiadas cursilerías para mi gusto, pero me queda una sin la que no puedo despedirme: te adoro intensamente